martes, 29 de junio de 2010
Sobre The Drums (de nuevo)
Resulta algo molesto que cada vez que algo es genuinamente bueno, genuinamente hecho, genuinamente agradable, la gente se abalanze sobre dicho objeto a disolverlo a morir. Este es el caso de The Drums. Cuando salieron los EPs todo mundo los alababa, ahora que salio su primer LP todo el mundo los detesta. ¿Se trata de eso?
A ver, The Drums como ya dije, no ofrecen nada nuevo en particular, solo son y estan, y son LAS caras nuevas del Rock de esta decada (a menos que quieran poner esperanzas en que las bandas que chafearon feo al final de la decada pasada se repongan) ¿Qué los hace especiales? Bueno, de entrada los de Island no son tontos para nada, así que si ellos los firmaron fue por algo ¿no? (ojo, Island aún tiene a U2... por algo será). Los últimos años de la década pasada nos dejarón esa ola (malvibrosa, pendeja y sencillamente inutil) de bandas ociosas canadienses que no dejaban más que discos insulsos e insipidos que no podián tener más éxito que estar colgados en un blog "cool" como Stereogum, o cuyo mérito mayor era estar en tú iPod. También tuvimos que con la democratización de los medios, todos nos convertimos en músicos y/o DJs, aunque muy pocos lo lograron.
The Drums no es una banda de niños ricos, no es una banda que tiene sintetizadores caros, ni un patrocinio de Fender o de Gibson, no todos son guapos, pero si algo tienen es talento y ganas de hacer música por la sencilla satisfacción y alegría de hacerla, de divertirse tocando música que les gusta, de hablar de la chica que les rompío el corazón. The Drums no es una banda que quiere experimentar con debrayes mentales de una hora en una canción (que muchas veces es puro ruido blanco generado ni siquiera por un amplificador mal conectado) que nadie escuchará, The Drums es una banda que mira y recorre con respeto las bandas que decoran sus habitaciones, The Drums es una banda que cautiva por que tienen ese encanto que pocas veces tiene la gente que hace músico. Jonathan Pierce y sus amigos no son virtuosos tampoco, pero tienen ganas de hacer algo bueno, tienen ganas de cerrarle el pico a los que quieren buscar el inexistente "sonido Interpol" en su música, ellos no tienen dinero para un estudio, graban en su casa (obvio el debut se hizo con un poco de mejor producción)y tiene ese saborcito vintage que encanta. The Drums, hoy odiados, mañana los amarán.
¿Son buenos? Sí, por que lo digo yo. Son canciones que no necesitan un solo de minutos para atrapar, basta con que te imagines en la playa o que lo asocies con un pasaje de tu vida. Conectar. No sé que es lo que llaman el "Sonido amable", pero The Drums te guía solo de la mano a escuchar más. Merecen reconocimiento, tanto sus EPs como su debut, los videos no estan mal. Denles oportunidad y Splendour In The Glass los certifica como una de las bandas del primer año de la década.
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