martes, 6 de abril de 2010
Imágen [Musical] de Resonancia Magnética
Si hablas de alguien que no es dueña de un sonido propio, sino más bien el vocoder "humano" de sus famosos colegas te darás cuenta que es más díficil tener productores con tamañas credenciales, si hablas de que Papi Serge Gainsbourg te escribio todito tu primer álbum, te las verás negras para hacer algo chido después tu solita, si hablas de que tus productores geniales te escribierón y te produjerón una obra de arte genial y no la puedes pasar en vivo es duro, si hablas de que casi te mueres por un derrame cerebral y sacaste de eso una inspiración brutal y original, entonces hablarás de Charlotte Gainsbourg.
A ver. Sí a Charlotte la producimos con Metallica, sonará a Metallica, si le ponemos a Bowie, sonará a Bowie, si le ponemos a Clapton, hará Blues y sonará a él, si le ponemos a Neil Hannon, sonará a The Divine Comedy, sí le ponemos a Jarvis Cocker sonará a Pulp (sí acaso), si le ponemos a papá Serge, tendremos el sonido Gainsbourg clásico. Entonces, como dije, ella es un lindo vocoder, con una linda cara y una linda voz.
El caso de esta bellisima francesa es díficil, es hija de Don Serge Gainsbourg, así que esta duro que la etiqueta te abandone en un buen rato (por lo menos de aqui a que te mueras) además de que sin querer, te conviertes en un bonito vocoder para transmitir los tonos que no alcanzan los chicos por lo mismo de que son chicos (intenten cantar con ese registro que ella tiene y ahí me avisan si pueden).
Si me preguntan si hay un sonido distintivo para Charlotte, les diré que no, no lo hay. Es imposible notar una sola nota que sea de ella en especifico, el 5:55 es un preludio al Pocket Symphony de sus productores, el Charlotte For Ever es de Serge, y su más nuevo adorno, el IRM, es una belleza sonora, original... original de Beck.
Beck le produce, le hace y le escribe todo, hay puntos altos y buenos. Pero como que hay muchos tracks que parece que faltaban de madurar o simplemente no se aterrizaron correctamente, sin embargo, en casi todos tenemos a una Charlotte menos timida, más orientada a satisfacerce a sí misma con ese dramatismo que le adoramos cuando actúa.
No mejor que el 5:55, IRM ofrece más originalidad, menos elegancia, más experimentación, menos dependencia (aunque aún así suena a Beck), más a ella, menos a Serge.
No digo que el IRM sea malo, al contrario, esta padre e interesante y es algo nuevo, cuenta con muestras interesantes, y suena a Beck y todo, más que nada es un intento de Charlotte por dejar de sonar como sus productores. Entonces ¿Me gusto? Sí, me gusto. Pero no pasa de ahí.
8/10
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